“¿Quién puede prever la carrera de la humanidad a través del tiempo?” se pregunta el historiador británico Ronald Wright en “Breve historia del progreso”. El autor dice que vale la pena el ejercicio, sobre todo si se piensa que nuestra civilización es como un gran navío que va a toda máquina. “Es posible que no seamos capaces de prever todos los arrecifes y peligros, pero si leemos el rumbo en la brújula y conocemos su andadura, si entendemos su construcción, sus reacciones ante las emergencias y las destrezas de su tripulación, imagino que no debe ser imposible trazar una derrota prudente por entre los estrechos y los bajíos que nos esperan”, enfatiza.
A algo así invita la Prospectiva, disciplina que –según apunta el economista francés Michel Godet- se trata del “esfuerzo por lograr una previsión o anticipación que permita aclarar la acción presente a la luz de los futuros posibles y deseables”. Surgida en los años 40 desde lo militar y lo tecnológico, actualmente entrega efectivas alternativas de análisis de escenarios venideros.
La académica Florencia Cánepa Guenze enseña Prospectiva en el Magíster de Gerencia Pública UTEM. Es cientista política de la Universidad Diego Portales y magíster en Ciencia Política con mención en Relaciones Internacionales de la Universidad Católica. Su línea de especialización también incluye Diplomacia e Inteligencia. Ejerce docencia también en la Academia Nacional de Estudios Políticos y Estratégicos (Anepe) y en la Universidad de Concepción.
Enfatiza que la prospectiva “es útil tanto en la vida cotidiana y personal, como en la enseñanza universitaria” porque es “inherentemente inter y transdisciplinaria”.
¿Cómo puede resumirse el desarrollo que tiene la Prospectiva como disciplina de estudio? ¿Cuáles son, a su juicio, los puntos altos que muestra en su evolución y que deben tomarse en cuenta?
– La Prospectiva como disciplina se enfoca en estudiar el futuro y anticipar posibles escenarios, cambios o tendencias que pueden ser determinantes en la toma de decisiones en todo nivel, desde lo doméstico, la sociedad o las altas decisiones de Estado. Desde este punto de vista, es importante identificar tendencias actuales y pasadas, así como la evolución de la tecnología, la economía, la política, el medio ambiente y la cultura entre muchos otros factores.
Un punto alto que debe destacarse en ella es que implica la creación de escenarios a futuro, lo que responde a diferentes acciones a implementar en el presente para obtener un resultado próximo, todo lo cual va de la mano con la planificación estratégica.
Además, es importante tener en consideración que la Prospectiva como proceso utiliza diferentes técnicas y metodologías para analizar y prever el futuro, no es un oráculo, sino que una disciplina cuyo objetivo final es contribuir a la toma de decisiones informadas, desarrollando planes y políticas para enfrentar ese futuro incierto.
Usted apunta a que se trata de una disciplina de amplia aplicabilidad y que, bien entendida -entonces- puede ser considerada tanto en la enseñanza universitaria como en la vida cotidiana…
– Claro. Resulta elemental entender que la Prospectiva es útil tanto en la vida cotidiana y personal, como en la enseñanza universitaria de quienes se quieren dedicar a la gestión pública-gubernamental o en el ámbito empresarial, por ejemplo.
El principio básico es el mismo: tomar decisiones informadas y planificar el futuro. Desde la planificación financiera de cómo enfrentar cambios económicos o fluctuaciones de mercado, tendencias laborales, decisiones educativas o profesionales, pasando por la planificación familiar ya sea desde el punto de vista del tamaño de ese grupo o el tipo de educación que se le quiere dar a hijas o hijos, hasta la compra inteligente de algún bien familiar o el cómo evolucionan las relaciones personales y hasta las propias dinámicas sociales.
En ese sentido, entonces, ¿cómo evalúa la forma en que la Prospectiva está siendo considerada actualmente en los diversos ámbitos en que puede estar presente?
– En la actualidad se hace determinante en todos los niveles de la vida pensar en la sostenibilidad y el medio ambiente, por ejemplo, entendiendo que el pensar con prospectiva nos permite entender las tendencias ecológicas y adoptar un estilo de vida más sostenible, tomando decisiones conscientes sobre el consumo de recursos y el impacto en el entorno natural.
Para ello es importante identificar y anticipar tendencias para enfrentar los desafíos y diseñar estrategias efectivas para abordar, en este caso en particular, el cambio climático. Lo que, sin duda, tiene un impacto visible en cómo el Estado y las personas deben hacer frente a desastres o emergencias climáticas.
Con un buen trabajo de prospectiva también se pueden identificar y anticipar tendencias relativas a la biodiversidad, la contaminación y tomar medidas preventivas y de mitigación, lo que permitiría prepararse para diversas contingencias y tomar decisiones más informadas. Tanto los gobiernos como las empresas necesitan anticipar las necesidades futuras e invertir en soluciones ambientales.
Es elemental la planificación urbana y el desarrollo, el cómo se diseñan las ciudades y comunidades más sostenibles, lo que va de la mano con anticipar –además- el crecimiento de la población y el desarrollo de políticas y regulaciones efectivas. Para ello, la Prospectiva facilita la colaboración de diferentes partes interesadas; gobiernos, empresas, organizaciones no gubernamentales y la sociedad civil. Proporciona una comprensión de los desafíos y las oportunidades futuras existentes.
¿Considera que la Prospectiva es una herramienta inter y transdisciplinaria? ¿Qué aporta esta característica en la mejora para el trabajo de equipos, por ejemplo?
– La prospectiva es inherentemente un enfoque inter y transdisciplinario, lo que significa que involucra la colaboración y la integración de conocimientos de diversos campos y puntos de vista para comprender y abordar cuestiones futuras. Lo que prima es el enfoque holístico, reconociendo que el futuro es complejo y multifacético.
Lo importante es la integración del conocimiento para una mejor comprensión de las tendencias de futuro, lo que involucra diferentes disciplinas como economía, sociología, politología, ecología y tecnología, entre muchas otras. Lo que enriquece a la Prospectiva es involucrar diversos campos para abordar los problemas del futuro y de esa manera evitar los sesgos disciplinarios.
Muchas veces la comunidad de expertos permite la identificación de tendencias o señales débiles –conocidas como tendencias emergentes- que pueden captar indicios de algo que implique ser más críticos frente a la búsqueda de soluciones efectivas para enfrentar la incertidumbre del futuro. Con ello, a fin