Hace ocho meses, el diseñador y jefe de diseño en el área de eCommerce de Casaideas, Mauricio Bignami, ingresó al Magíster de Diseño en Tecnología e Innovación Social de la UTEM, con el que espera “poder vincular la creatividad e innovación a proyectos sociales”.
El programa, que destaca por su foco social e innovador, le ha permitido al diseñador poner atención en la investigación y en la argumentación de los proyectos, “de la voz de profesores con prestigio como Sergio Donoso o Luis Ahumada, que ya tienen una trayectoria y experiencia comprobada en el ámbito”.
Para él, “la creatividad y la innovación son conceptos hermanables”. Mientras en la creatividad, la idea tiene mayor importancia y la incertidumbre está siempre presente en una creación; en la innovación, el proceso es distinto, porque “es más concreta y vive en mundo de la solución, pero siempre aporta algo nuevo en donde se instala, y es ahí donde está la hermandad de estos conceptos, la innovación es creativa por naturaleza”, aclara.
Y por esto mismo cree que los diseñadores deben replantearse utilizando herramientas proyectuales, creativas, artísticas y de innovación, que les permita resolver problemáticas que sean un aporte para la sociedad.
Imaginación y Ramirito
Bignami está detrás de dos proyectos editoriales publicados en 2022, Imaginación, donde es autor, y Ramirito, para el cual realizó las ilustraciones junto a Juan Pablo Astorga. “Ambas iniciativas son con el propósito de poner a trabajar la creatividad, el arte, el diseño y la innovación para ser un aporte para la sociedad y las personas. Desde el punto de vista de Imaginación, el objetivo es valorizarla como una herramienta de autoría, para que los lectores curiosos fortalezcan sus capacidades creativas”, indica Bignami.
La idea de Imaginación nació en plena pandemia, cuando en soledad y desempleado se le ocurrió la idea de recopilar ilustraciones que había hecho durante todos estos años, los que tomó como base para desarrollar un estilo de ilustración que lo unifica todo. Luego un año, tuvo claro hacia dónde iría este impulso: crearía algo que fuera más que un libro, sería una herramienta para imaginar.
“No quería poner la creatividad y el diseño en función de una promoción, me motivaba el poder crear algo significativo que ayudara a las personas a potenciar su imaginación, y utilizarla para proyectar su vida, entregarles una herramienta”, explica.
En el caso del proceso para llevar a cabo el libro Ramirito, proyecto al que fueron invitados dos ilustradores, “decidimos dejar el ego del artista y ceder a los estilos personales para buscar algo pertinente a la historia”. De esta manera, se acercaron más al lenguaje de las series animadas que a las clásicas técnicas manuales con las que se abordan los cuentos infantiles.
“Creo que como profesional y como persona este tipo de proyectos me marcan un norte. Por un lado, que un niño tenga acceso a un mensaje tan importante y relevante, además disfrutar de la lectura y los dibujos del libro. Y por otro, que como equipo ayudemos a la inclusión social, deja en evidencia que es un trabajo necesario y de gran aporte para la sociedad”, comenta.
Desde ya, el diseñador analiza que el programa le podrá aportar conocimientos para fortalecer como propuesta dos proyectos de autoría que están encaminados y en la continuidad de Ramirito, “con el objetivo de convertirlo en un proyecto tan relevante como Papelucho de Marcela Paz, ahí los conocimientos aprendidos serán esenciales”.